Sistema 63

Este sistema se llama "63" porque, al aplicarlo en la ruleta americana, ofrece una probabilidad aproximada del 63% de ganar en cada giro. En ruleta francesa, donde solo hay un cero, la probabilidad aumenta al 64%, por lo que también se le conoce como Sistema 64 en ese contexto.

Consiste en apostar a dos de las tres docenas (o columnas) disponibles. Como hay 12 números en cada docena y la ruleta tiene 38 casillas (en la versión americana), las dos docenas cubren 24 números, lo que da ese 63% de probabilidad.

Progresión de apuestas

La progresión utilizada es la siguiente: 1-1, 3-3, 9-9 y 27-27. Esto significa que, si pierdes, duplicas tu apuesta en una escala exponencial para recuperar lo perdido más una ganancia.

Ejemplo práctico:

Apuestas 1 ficha en la primera docena y 1 en la segunda. Si sale, por ejemplo, el número 12 (que está en la primera docena), ganas 2 fichas en esa docena pero pierdes 1 en la otra, obteniendo una ganancia neta de 1 ficha.

Si pierdes, la siguiente apuesta será 3 fichas en cada una de las mismas dos docenas. Si vuelves a perder, pasas a 9 y 9, y finalmente a 27 y 27 fichas.

Capital necesario

Para una secuencia completa (hasta cuatro niveles de progresión), necesitarás 80 fichas por intento. El sistema está diseñado para hacer hasta 5 intentos, lo que requiere un capital total de 400 fichas (80 x 5).

Probabilidades

• Ruleta americana: probabilidad de pérdida total en un intento (que salga siempre la misma docena no apostada): 1.84%
• Ruleta francesa: probabilidad de pérdida total en un intento: 1.52%
• Probabilidad de pérdida total en el quinto intento: aproximadamente 0.5%

Consejos finales

Este sistema ofrece un enfoque relativamente seguro, pero siempre existe riesgo. Juega en ruleta francesa si es posible, ya que reduce la ventaja del casino. Comienza con apuestas pequeñas y detente si pierdes. Es mejor regresar otro día en mejores condiciones emocionales.

Una buena meta es retirarse una vez que se hayan obtenido entre 50 fichas y 100 fichas de ganancia. Evita dejarte llevar por la ambición.